Posturas en la oración

¿Cuál es la mejor postura en la oración?

En la oración personal no hay posturas establecidas, cada uno debe ver lo que más le ayude a buscar y obtener lo que quiere. Es importante que al hacer oración en lugares públicos seamos discretos en nuestras posturas para no distraer o incomodar a los demás. Las posturas corporales más comunes en la oración se han incorporado casi todas a la Liturgia de la Iglesia y son las siguientes:

 

  • Sentado: Expresa una actitud de escucha. Siéntate y descansa la espalda en el respaldo, con una postura recta, alerta. Los pies juntos y bien apoyados en el suelo

 

  • De pie, con los talones juntos y las puntas un poco separadas para dar estabilidad. Esta postura manifiesta respeto y atención; es como decirle a Dios con la postura del cuerpo: "aquí estoy ante ti, presente; habla que tu siervo escucha".
  • De rodillas, sobre el piso o en un reclinatorio, indicando humildad y adoración. O arrodillado-sentado sobre un banquillo que se pone encima de las pantorrillas o simplemente sentado sobre los talones un poco abiertos, con las manos descansando sobre el regazo.

 

  • Postrado: Con todo el cuerpo boca abajo y la cabeza sobre las manos. O bien, con el cuerpo en forma de arco y la cabeza descansando sobre las manos colocadas en el suelo.

 

  • Los brazos: Es la postura del orante que encontramos en las catacumbas de Santa Priscila, con los brazos abiertos, en forma de cáliz. Esta postura indica adoración, súplica, receptividad.

 

  • Las manos: Pueden ponerse juntas tocando los labios. Cuando estás sentado, las manos pueden estar sobre los muslos o las rodillas, en reposo; o bien, volteadas hacia arriba, todavía apoyadas sobre las piernas, con el gesto del mendigo, con el gesto de abandono de quien todo necesita recibirlo, pero también a su vez todo lo ofrece, en radical disponibilidad, porque no se posee.

 

  • Los ojos: Con una mirada que corresponda a la imagen que se está contemplando (compasiva si contemplas a Cristo crucificado, de ternura si miras a María con Jesús en sus brazos, de gratitud si contemplas la última cena, etc.) Ayuda mucho al recogimiento tener los ojos cerrados o semi cerrados si se tiene problema de sueño. También puedes mirar al cielo en algunos momentos.